El camino del hombre hacia Dios
Toda la autodenominada civilización moderna no ha sido capaz de ofrecer una sola novedad al entendimiento de los hombres.
El padre Stăniloae dice lo siguiente, sobre el objetivo del hombre en esta vida: “El hombre fue creado para que avanzara sin cesar, pero en la única infinidad de la existencia y la bondad, que no decepciona jamás, porque es Dios mismo. Ese progreso del hombre en Dios responde también a su propósito, adecuándose al modelo de su ser. El hombre no fue creado para que avanzara por sí mismo, en un mundo finito, limitado, monótono. ¿Cómo y en dónde podría avanzar en semejante mundo? En ninguna parte, aunque él así lo crea, porque lo que tiene lugar aquí es una ilusión. Toda la autodenominada civilización moderna no ha sido capaz de ofrecer una sola novedad al entendimiento de los hombres. Todas las filosofías, las ideologías y toda la literatura, es decir, todos los progresos del hombre, no sé si son progresos, no sé si son sólo una continua disminución de todos los significados del hombre” (7 mañanas con el Padre Stăniloae, p. 168).
La filosofía, a lo largo de la historia, ciertamente, no ha clarificado las cosas incomprensibles del hombre, sino que, al contrario, ha abierto otros horizontes, sin conceptos y sin significados. En vez de desentrañar los enigmas del Universo y disminuirlos, los ha confundido aún más y los ha multiplicado. Entonces, si no nos lleva a la orilla, sino que nos arroja mar adentro y nos aleja cada vez más del puerto, ¿qué sentido tiene seguir en este barco, que en vez de salvarte la vida, te lleva a perderla?
(Traducido de: Protosinghelul Ioachim Pârvulescu, Cele trei mari mistere vizibile şi incontestabile din Biserica Ortodoxă, Editura Amacona, 1997, pp. 90-91)