¿Qué fue lo que nos enseñó el Señor? “El que quiera salvarse y venir al Padre, que me siga”. ¿Y qué fue lo que hizo Él? Se desvistió de Su omnipotencia, se vistió con la forma de la existencia por Él creada, recorrió el camino de vaciarse a Sí mismo por completo —algo que para nosotros sería prácticamente imposible de lograr—, y se entregó a la muerte, a la crucifixión. Y por eso fue que recibió un Nombre más alto que cualquier otro nombre en la historia de la humanidad o en el Cielo. Y también a nosotros nos propuso ese mismo camino.

Nosotros, los cristianos, damos testimonio de Él como “Hijo Unigénito” del Padre, como Él Mismo lo dijo. Y no lo comparamos con ninguno de esos mentores de la humanidad, como Buda, Mahoma, o incluso Moisés. Él no es hijo de hombre por nacimiento, sino que, por haber descendido y haberse encarnado, se hizo “Hijo del Hombre”, permaneciendo, en esencia, Creador de todo lo que existe.

(Traducido de: Arhimandritul Sofronie, Cuvântări duhovnicești, vol I, Editura Accent Print, pp. 110-111)