El cimiento del amor familiar
El concepto cristiano de familia y de amor familiar tiene un carácter especial. Está vinculado al concepto trinitario de Dios.
La naturaleza esencial de una familia es la de cimentarse en el amor, siendo una encarnación del amor existente entre personas. Una familia no se define legalmente, ni se caracteriza por la similitud de edades, ocupaciones, gustos o el número de personas que conforman el grupo. Ella se basa en el amor recíproco entre esposos, y entre padres e hijos.
La experiencia del amor familiar es distinta a otras expresiones del amor. Es existencial, en el sentido que —a diferencia del amor romántico o la devoción a determinada causa, que necesitan ser proclamados y explicados con palabras—, el amor familiar no necesita ser verbalizado conscientemente. Aún más, es una experiencia universal, porque cada persona pertenece a cierto tipo de familia.
El concepto cristiano de familia y de amor familiar tiene un carácter especial. Está vinculado al concepto trinitario de Dios: un ser humano no podría existir completamente solo. Luego, se hará plenamente humano, solamente en una relación de amor con otros seres (humanos).
(Traducido de: Sophie Koulomzin, Biserica și copiii noștri, traducere de Doina Rogoti, Editura Sophia, București, 2010, pp. 121)