El conocimiento de la muerte y el deseo de seguir a Cristo
Así es como se conoce a quienes aman al Señor, por su capacidad se soportar cualquier aflicción que les sobrevenga, no solamente con valentía, sino también con buena disposición, con toda su esperanza puesta en Él.
Si deseamos soportar fácilmente toda aficción y todas las tentaciones, primero debemos morir por Cristo y mantener esa idea todo el tiempo ante nuestros ojos. Luego, tenemos el mandamiento de tomar nuestra cruz y seeguirle, lo cual significa estar siempre dispuestos a morir (por Él).
Si tenemos esa disposición, soportaremos fácilmente, como dije antes, toda aflicción visible e invisible.
Para aquel que está dispuesto a morir por Cristo, los momentos tristes y dolorosos no significan nada. Por eso es que se dice que las tribulaciones son algo difícil de soportar para quienes no aman la muerte por Cristo y no mantienen su mente dirigida a Él.
Entonces, quien quiera heredar a Cristo y conocer Su Pasión, debe desear lo mismo. Así es como se conoce a quienes aman al Señor, por su capacidad se soportar cualquier aflicción que les sobrevenga, no solamente con valentía, sino también con buena disposición, con toda su esperanza puesta en Él.
(Traducido de: Sfântul Macarie Egipteanul, Alte șapte omilii, Cuvânt despre libertatea minții, 17, în PSB, vol. 34, p. 343)