El consuelo que nos da el amor
Agradezcámosle a Dios por ese estado gratífico que le ha sido enviado, que es, de alguna manera, un anticipio de la vida feliz que le espera.
«El amor nos da consuelo en la tribulación, tal como le ocurre a nuestra quebrantada madre Tavita, quien aun en su lecho de muerte encuentra fuerzas y consuelo en el amor, tal como se puede deducir de las líneas que me has escrito: se mantiene en paz, contenta y llena de una buena disposición. Y ese estado de ánimo se los contagia a ustedes, para que también estén en paz. Agradezcámosle a Dios por ese estado gratífico que le ha sido enviado, que es, de alguna manera, un anticipio de la vida feliz que le espera».
(Traducido de: Filocalia de la Optina, traducere de Cristea Florentina, volumul 1, Editura Egumenița, Galați, 2009, p. 137)