Palabras de espiritualidad

El cumplimiento de los mandamientos divinos sana el alma

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Este cumplimiento es la condición para entrar en una relación personal con Dios, y esta relación satisface todas las necesidades del alma con una comunión perfecta.

La “visión” de Dios es infinitamente más rica que el conocimiento, o satisface infinitamente más todas las necesidades del alma para entrar en contacto con la realidad de Dios, porque las fuerzas del alma sanan mediante el cumplimiento de los mandamientos de Dios. Este cumplimiento es la condición para entrar en una relación personal con Dios, y esta relación satisface todas las necesidades del alma con una comunión perfecta.

En este sentido, contribuyen a la sanación del alma. Con el cumplimiento de los mandamientos, nuestra alma acepta el diálogo positivo con Dios, respondiendo al llamado del amor de Dios. Esta respuesta nuestra nos ofrece una nueva manifestación del amor de Dios. Y es así como se realiza el diálogo vivificador y sanador, el diálogo que da sentido y racionalidad a la vida del alma. Abriéndose a Dios con el cumplimiento de Sus mandamientos, Dios no solo es escuchado o visto por el alma hablándole desde afuera, sino que Dios Mismo viene amorar en ella. Un Dios que da mandatos es un Dios personal y toma en serio al creyente como persona.

(Traducido de: Părintele Dumitru Stăniloae, nota 390 la Sfântul Grigorie Palama, Cuvânt pentru cei ce se liniștesc cu evlavie, în Filocalia VII, Editura Editura Institutului Biblic și de Misiune al Bisericii Ortodoxe Române, București, 1977, p. 286)