El demonio no se acerca a aquellos que tienen un buen padre espiritual
El demonio se aferra a esos otros que confían solamente en sí mismos y toman solos todas las decisiones que afectan a su vida espiritual, sin atender el consejo nadie más.
Aquel que en ningún momento se confíe ciegamente a lo que le dicen su mente y su corazón, sino que, al contrario, les revele a otros sus pensamientos y sentimientos para que los juzguen y sopesen, no sufrirá ningún perjuicio por parte del demonio, aunque este lo tuviera atado con alguna acción perversa, porque la experiencia y la sabiduría de uno más experimentado destruirán las artimañas del maligno y le advertirán del peligro.
Por esta razón se dice que el demonio no se acerca a aquellos que tienen un buen padre espiritual, porque no quiere ser avergonzado una y otra vez, cuando sus tretas quedan en evidencia. Por el contrario, se aferra a esos otros que confían solamente en sí mismos y toman solos todas las decisiones que afectan a su vida espiritual, sin atender el consejo nadie más. El maligno genera distintas imágenes y sentimientos, mismos que siembra en la mente del hombre para llevarlo a caminos sinuosos y así lograr que se extravíe.
(Traducido de: Sfântul Teofan Zăvorâtul, Calea spre mântuire, Editura Bunavestire, Bacău, 1999, p. 109)