Muchas veces, cuando los padres espirituales son consultados sobre temas o problemas de índole también espiritual, responden a cada persona de manera distinta. Ellos responden siempre tomando en cuenta la persona, el asunto y el entorno de cada quien, así como el tiempo y el lugar. Esa misma respuesta —sea como mandato, o como recomendación— no es aplicable a otras personas, debido a las diferencias de carácter, contexto, etc. En consecuencia, ningún padre espiritual ofrece un consejo, una decisión o una solución, sin antes haber examinado con atención todas las circunstancias.

Por ejemplo, pensemos en cuatro personas que comieron antes de la hora establecida para ello, o comieron sin medida. El primero comió porque tenía mucha hambre; el segundo, por consejo del médico y por tener que seguir un tratamiento; el tercero, por haberse dejado vencer por el aspecto de la comida, y el cuarto, porque siempre hace lo que le apetece. Ahora ¿cómo juzgar ecuánimamante a cada uno de ellos?

(Traducido de: Gheronda Iosif Vatopedinul, Dialoguri la Athos, Editura Doxologia - Iași 2012, p.62-63)