Palabras de espiritualidad

El don de la paz viene cuando servimos al Señor

  • Foto: Constantin Comici

    Foto: Constantin Comici

Si, viviendo en el mundo, el alma del hombre no tiene paz, se trata de algo normal: el mundo es incapaz de satisfacerla.

«De lo que he podido ver, tu alma no tiene paz. Pero, ¡¿cómo es posible que no halle la paz, sirviendo al Señor, Quien es precisamente nuestra paz?! Me parece que tú solo deberías resolver este problema. Si, viviendo en el mundo, el alma del hombre no tiene paz, se trata de algo normal: el mundo es incapaz de satisfacerla. Pero, si el hombre empieza a servirle al Señor, tendría que sentir inmediatamente el gusto de la paz, aún de forma gradual. Sientes que titubeas, aunque desde hace mucho empezaste este camino. Así pues, ensimísmate y busca cómo resolver este problema. Nadie más podría hacerlo por ti».

(Traducido de. Sf. Teofan Zăvorâtul, Rugăciunea, Ed. Egumenița, 2008, p. 33)

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