El hombre ha probado de todo… la riqueza, el poder, la ciencia, el pecado, ¡pero nada de eso ha conseguido hacerle feliz! Jesús nos exhorta a enfrentar Su última prueba, la del amor. Esa que nadie ha intentado, o muy pocos, y solamente en algunos momentos de su vida. El amor es el más valiente, el más fuerte impulso que tenemos, ¡pero también es el único que cumple lo que promete!

Ya puedes amar a Dios con tu boca, pero también ser incapaz de amar la humildad con la que Él vino al mundo, haciéndose obediente hasta la muerte en la Cruz. En tal caso, tu amor será estéril. El amor hizo que Dios descendiera del Cielo para hacerse un hombre, y no hay humildad más grande que la de un Dios que viene a vivir entre los hombres… por amor.

(Traducido de: Ieromonahul Arsenie Boca, Vreau să schimb lacrimile voastre în bucurie, Editura Agaton, Făgăraş, 2014, p. 113)