Palabras de espiritualidad

El ejemplo de la paz de Cristo

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Dios no es el Soberano de las guerras y los conflictos, sino que es el Señor de la paz.

Si amamos la paz, Dios estará siempre con nosotros. Pero si preferimos ser causa de desarmonía y agitación, Dios se irá de nuestro lado.

Dios no es el Soberano de las guerras y los conflictos, sino que es el Señor de la paz. Por tal razón, aparta toda enemistad con Dios y con tu semejante. ¡Sé siempre un hombre de paz!

¿A quiénes da Dios la salvación? Acuérdate de aquellas palabras: “Bienaventuradoslos que trabajan por la paz, porque ellos serán llamados hijos de Dios” (Mateo 5, 9). Los hombres de paz se asemejan a Cristo. ¡Sé también tú uno de ellos, a semejanza de Él!

(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, Editura Egumenița, Galați, p. 368)