El fuego de las pasiones
Cuando el corazón es vencido, todo lo demás es vencido también. Cuando el corazón se corrompe, todo lo demás se corrompe también.
Cuando una casa se incendia, lo primero en encenderse son precisamente las partes que se queman más rápidamente. Primero se enciende la paja y los mimbres, luego las vigas de madera, etc., hasta que las llamas envuelven la construcción entera. Lo mismo ocurre con el hombre. El fuego de las pasiones se enciende, en primer lugar, en el corazón, que es la parte del cuerpo más sensible, más vulnerable a esto. Cuando se prende el corazón, el ser entero empieza a arder. Y, cuando el corazón es vencido, todo lo demás es vencido también. Cuando el corazón se corrompe, todo lo demás se corrompe también. Del corazón brotan el amor o el odio, la sabiduría o la necedad, la pureza o la suciedad, la vida o la muerte. Si la fe del cristiano se halla en su corazón, esa fe no podrá ser vencida. Ese mismo corazón le da a la lengua la fuerza necesaria para hablar con convicción. Porque la lengua puede dar testimonio a unos y a otros del tesoro que hay en el corazón, o dar un testimonio sin ningún valor.
(Traducido de :Sfântul Nicolae Velimirovici, Prin fereastra temniței, Editura Predania, 2009, p. 60)