El hombre fue hecho para alzarse más allá de los ángeles
Este es el poder divino que se ha otorgado a la humanidad, a cada hombre.
Por eso fue que el Señor vino a este mundo, para consumar este inconmensurable e inefable milagro, para demostrar que el hombre fue hecho para alzarse más allá de los ángeles, los Arcángeles, los Querubines y los Serafines; para estar mucho más arriba que ellos, con su cuerpo y su ser entero. Y, ciertamente, nuestro Señor Jesucristo se alzó más allá de todos los Cielos y se sentó a la derecha de Dios Padre (Marcos 16, 19). Y Su Santísima Madre también lo hizo y ahora vive más allá de todos los mundos, mejor dicho más allá de todos los Querubines y Serafines. Ante ella se postran Querubines y Serafines. y la glorifican cual criatura incomparablemente más grande y más bienaventurada que ellos mismos. Este es el poder divino que se ha otorgado a la humanidad, a cada hombre.
(Traducido de: Sfântul Iustin Popovici, Cuvinte despre veșnicie – predici alese, Editura Egumenița, 2013)