El hombre que no ha sido puesto a prueba es inseguro
Dice el Señor: “Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios” (Hechos 14, 22).
«Que no te asombre, hijo, si en tu camino a las alturas te ves cayendo entre zarzales, para nuevamente encontrar el buen camino. Porque, quienes luchan caen y a otros hacen volcar. Dice el gran Job: “¿No es una lucha la vida del hombre en la tierra?” (Job 7, 1). Otro santo afirmaba: “El hombre que no ha sido sometido a prueba es inseguro”. Y es que somos puestos a prueba —en la práctica de la fe—, para que salgamos a la luz y aprendamos a luchar. Dice el Señor: “Es necesario que pasemos por muchas tribulaciones para entrar en el Reino de Dios” (Hechos 14, 22). Luego, ¡que la esperanza en la vida futura te haga más fuerte ante cualquier circunstancia! Agrega el Santo Apóstol, para alimentar nuestra paciencia: “Dios es fiel y no permitirá que seáis sometidos a pruebas superiores a vuestras fuerzas; ante la prueba os dará fuerza para superarla” (I Corintios 10, 13). Y que nuestro Señor, Quien es la Verdad, te consuele con estas palabras: “En el mundo tendréis tribulaciones; pero tened ánimo, que yo he vencido al mundo” (Juan 16, 33). Mantén todo esto en tu mente. Acuérdate siempre del Señor, y Su bondad, hijo, te acompañará en todas partes, porque Él es misericordioso y conoce nuestra debilidad. Y Él ordenará que las olas de tu vida se calmen, viniendo la paz a tu alma, con las oraciones de Sus santos».
(Traducido de: Sfântul Cuvios Dorotei, Învăţături şi scrisori de suflet folositoare, Editura Bunavestire, Bacău, 1997, p. 152)