Palabras de espiritualidad

El ícono de la Madre del Señor “Sedmiezerskaya”

    • Foto: Elisei Roncea

      Foto: Elisei Roncea

Siete días de procesiones y oración fueron necesarios para que la peste desapareciera.

El ícono de la Madre del Señor “Sedmiezerskaya” es festejado el 26 junio, el 28 julio y el 13 de octubre. Esos tres días de fiesta fueron instituidos para conmemorar la liberación de la ciudad de Kazán de la epidemia de peste del año 1654 (26 de junio), después, la victoria sobre la epidemia de peste del año 1771 (28 de julio) y el traslado del ícono desde Ústiug hasta el monasterio (13 de octubre).

El nombre de este santo ícono proviene del Monasterio Sedmiezerskaya, que puede traducirse como “monasterio de los siete lagos”. Por esta razón, el ícono es llamado también “ícono de la Madre del Señor de los siete lagos”. Al principio, el manasterio estaba rodeado por siete pequeños lagos, que luego fueron fusionados en uno solo, más grande.

Este monasterio fue fundado por el monje Eutimio, quien trajo el ícono “Sedmiezerskaya” desde Ústiug y lo colocó en la iglesia principal del cenobio (a un lado de la ciudad de Kazán), el 13 de octubre de 1615.

A mediados del siglo XVII, la ciudad de Kazán y gran parte de Rusia se vieron asoladas por la peste. En poco tiempo murieron casi todos los habitantes de la ciudad, aproximadamente 48 000 personas.

Por eso, el ícono de la Madre del Señor “Sedmiezerskaya” fue llevado en procesión por las calles de la ciudad. Después de rodear el muro de piedra que protegía a la ciudad, el ícono fue trasladado a la iglesia de la Anunciación. Después de una vigilia de toda la noche y de la Divina Liturgia a la mañana siguiente, el ícono fue sacado nuevamente en procesión, en un recorrido que incluyó hasta las más recónditas callejuelas de la ciudad, entre pequeñas casas de madera. Siete días de procesiones y oración fueron necesarios para que la peste desapareciera.

Cuando la peste cedió, los monjes pidieron que el ícono fuera devuelto al monasterio. Celebraron una vigilia de toda la noche en honor al ícono, y decidieron llevarlo en andas hasta el monasterio. Pero, cuando se preparaban para sacar el ícono de la iglesia, una tormenta de nieve les impidió salir. Tres veces se repitió el extraño fenómeno. Así, los monjes decidieron que lo mejor era dejar el ícono en Kazán por un tiempo.

El ícono fue devuelto al Monasterio Sedmiezerskaya en 1655.