Palabras de espiritualidad

El inconmensurable don que Dios puso en nuestra alma

    • Foto: Bogdan Bulgariu

      Foto: Bogdan Bulgariu

Tener fe, creer, es el estado o hipóstasis más importante en la vida del hombre, en los senderos de esta bellísima vida.

Entre los dones de Dios —que Él colocó como una corona sobre el ser humano—, se halla también el gran Don de la Fe. Tener fe, creer, es el estado o hipóstasis más importante en la vida del hombre, en los senderos de esta bellísima vida; es el don más grande, que desde siempre ha asombrado las mentes de quienes meditaban, meditan y meditarán sobre Aquel que creó, con Su Omnipotencia, a partir de la nada, como dicen las Escrituras, la vida y todos los seres vivientes e inanimados, todo lo que constituye la obra maestra que es lo sublime del mundo que podemos ver.

El estado de fe no es una moda. No es posible confeccionar vestimentas con las hebras de la fe con el cambio de moda. El hombre, ser bipolar desde los albores del mundo, dotado de un cuerpo y un alma, será por siempre el mismo que Dios creó, porque es imposible agregarle o cambiarle algo.

(Traducido de: IPS Calinic Argatu,Veșnicia de zi cu zi, Editura Curtea Veche, București, 2006, p. 27)