Palabras de espiritualidad

El inmenso amor del corazón cristiano

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Quien así obra se asemeja mucho a Dios, y Él no puede evitar conmoverse ante el noble amor de Su hijo.

Un verdadero discípulo de Cristo le pide a Dios que perdone las faltas de sus semejantes, que aparte de ellos Su justa ira, y que él sea castigado en lugar de ellos, aunque no tenga culpa alguna. Quien así obra se asemeja mucho a Dios, y Él no puede evitar conmoverse ante el noble amor de Su hijo. Además del don que le concede, perdonando los pecados de los otros, le permite tener un fin de mártir, según su insistente súplica. Y, al mismo tiempo, le prepara en el Paraíso la morada más bella y maravillosa, así como una gloria aún mayor, porque muchos hombres le habrán juzgado injusta y superficialmente, creyendo que Dios le castigaba por sus propios pecados

(Traducido de: Sfântul Cuvios Paisie Aghioritul, Viața de familie, traducere din limba greacă de Ieroschimonah Ştefan Nuţescu, Editura Evanghelismos, București, 2003, pp. 219-220)