Palabras de espiritualidad

El “inmigrante” más importante en la historia de la humanidad

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Cristo migró a este mundo, y Dios fue atravesado por las flechas de todos los pecados de los hombres, comenzando con Adán, para cumplir con una triple responsabilidad.

Cristo no es el fruto de ninguna evolución, sino un inmigrante que vino al fuego de la vida terrenal, tal como es, desde la eternidad. Sí, Cristo migró a este mundo, y Dios fue atravesado por las flechas de todos los pecados de los hombres, comenzando con Adán, para cumplir con una triple responsabilidad: demostrar a los hombres que todas las flechas de los pecados golpean a Dios, y que Dios, en Su inefable amor, las ha aceptado desde el principio; además, perdonar los pecados, es decir, quitarse esas flechas del corazón, para romperlas y destruirlas por completo; y, por último, destruir la muerte, por medio de la destrucción del pecado.

El mundo no era capaz de engendrar a alguien que tuviera el arrojo y la capacidad de cumplir con semejante tarea. Y no solo el mundo… ni siquiera el cosmos entero tiene el poder de cumplir con tal responsabilidad. Fue necesario que viniera un “inmigrante”, ese Inmigrante ante Cuyos pies se postra todo lo existente, con una sumisión igual a la de la arcilla bajo los pies del alfarero.

(Traducido de: Sfântul Nicolae VelimiroviciGânduri despre bine și rău, Editura Predania, București, 2009, p. 124)