El lado oscuro de nuestra imaginación
San Hesiquio el Sinaíta dice que fue la imaginación la causante de la caída del hombre primordial: “Y así fue como alejó a Adán de Dios, engañándolo con la ilusión de la dignidad divina. Y de la misma forma engaña el mentiroso y astuto enemigo a todos los que pecan”.
La imaginación es la principal arma que utiliza el maligno en contra de nuestra alma, tanto cuando velamos, como cuando dormimos. Por medio de ella el astuto nos tortura, buscando no sólo hacernos caer en pecado o despertar en nosotros cualquier vicio, sino también perturbanos de muchas maneras, especialmente al llenarnos de tristeza, desasosiego y preocupación, engañándonos y llevándonos a perdernos por culpa de esas alucinaciones; puede llegar incluso a someternos por completo.
San Hesiquio el Sinaíta dice que fue la imaginación la causante de la caída del hombre primordial: “Y así fue como alejó a Adán de Dios, engañándolo con la ilusión de la dignidad divina. Y de la misma forma engaña el mentiroso y astuto enemigo a todos los que pecan”.
(Traducido de: Jean-Claude Larchet, Terapeutica bolilor spirituale, Editura Sophia, Bucureşti, 2006, p. 99)