Palabras de espiritualidad

El llamado de los cristianos de hoy

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

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Translation and adaptation:

La sal es el símbolo del cristiano en el mundo y de la Gracia que hay en él.

La sal es el símbolo de los cristianos de hoy, esos que ayudan a que otros se rediman. El alma, sazonada con la enseñanza de Cristo, no se corrompe jamás, por eso puede ayudar a su semejante a oponerse a la descomposición.

“Vosotros sois la sal de la tierra”, dijo nuestro Santísimo Señor (Mateo 5, 13). Esas palabras no se refieren solamente a los Apóstoles y los sacerdotes, sino a todos los cristianos en general. Si la cristiandad se debilita, perdiendo su “sal”, ¿con qué otra cosa podrá darle gusto a la humanidad? Y entonces, ¿con qué podrá salvarse la humanidad de la corrupción?

Si alma no tiene en su interior la verdad de Cristo, le faltará la sal y se volverá insípida. Por eso es que los hombres se corrompen, se pudren, y sus cuerpos se convierten en polvo. La sal significa, igualmente, la Gracia Divina. Esto es lo que nos dice el bendito Teofilacto: “Sobre el hecho de que la Gracia es la sal, leemos de San Pablo: Que vuestra conversación sea siempre agradable, sazonada con la sal de la Gracia”.

En consecuencia, la sal es el símbolo del cristiano en el mundo y de la Gracia que hay en él.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Simboluri şi semne, Editura Sophia, Bucureşti, 2009, pp. 36-37)