Cada esposa tiene que recordar que no solamente la actividad social de su esposo necesita de apoyo y estímulo, aunque también esta es algo realmente importante. No en vano se dice que el éxito del hombre es determinado, muy a menudo, por la mujer que tiene a su lado.

En primer lugar, lo que el hombre necesita es el aprecio de su esposa. Para el hombre, el elogio que proviene de labios de la mujer amada y el agradecimiento por algo que haya hecho por ella (aunque se trate de algo menor) son cosas que valen más que cualquier premio o recompensa. Y toda mujer juiciosa sabe bien que es así.

Como decía la Santa Emperatriz Alexandra, “el amor necesita su pan de cada día”. Lo primordial que el hombre espera de su esposa es un amor desinteresado. Desde su perspectiva, es muy importante sentirse amado, no por determinado aspecto o situación, sino tal cual es, por ser él mismo. Teniendo esto, el hombre es capaz de lograr muchas cosas.

(Traducido de: Pr. Pavel Gumerov, El şi ea: în căutarea armoniei conjugale, traducere din limba rusă de Adrian Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, București, 2014, p. 48)