Palabras de espiritualidad

El medicamento de la Santa Eucaristía

  • Foto: Stefan Cojocariu

    Foto: Stefan Cojocariu

El que recibe a Cristo resucita, el que recibe a Cristo se hace fuerte ante la enfermedad, las pruebas y cualquier otra adversidad. Todo el tiempo se siente amparado por la Gracia del Señor.

El padre aconsejaba a sus hijos espirituales en conformidad con la Tradición Apostólica y Patrística, cultivando así sus almas, e insistiendo en la importancia de participar en el Sacramento de la Divina Eucaristía, porque sabía que la Santa Comnión es el medicamento de la eternidad, el secreto de la santificación y la garantía del Reino futuro.

Las siguientes palabras han sido extraídas de una de sus homilías: “Estoy convencido de que nuestra existencia, si no se ajusta y no se desarrolla continuamente en este modo de la vida mística y el misterio de la Santísima Cena, está seca. Ciertamente, nuestra vida se mantiene en un estado de constante aflicción y vacío… Que el Señor nos conceda fuerzas, y también Su don, de manera que podamos cultivarnos en armonía con la Ley de Dios, y la Gran Cena ocupe el primer lugar en nuestra vida.

¡Que nuestra fe se mantenga viva, de tal forma que el maligno no pueda convencernos fácilmente de descuidar la Divina Liturgia y apartarnos del Cáliz de Vida, que es la cima de todo! Insisto: el que recibe a Cristo resucita, el que recibe a Cristo se hace fuerte ante la enfermedad, las pruebas y cualquier otra adversidad. Todo el tiempo se siente amparado por la Gracia del Señor”.

(Traducido de: Părintele Eusebiu GiannakakisSă coborâm Cerul în inimile noastre!, Editura Doxologia, Iași, 2014, pp. 15-16)