El medicamento para vencer el miedo
Obedeceréis mis leyes, observaréis mis preceptos poniéndolos en práctica y habitaréis seguros en la tierra” (Levítico 25, 18). Así habló el Médico Supremo, valiéndose de la voz de los profetas del Antiguo Testamento.
¿Hay algún medicamento, para individuos y pueblos enteros, en contra del miedo? Claro que sí, lo encontramos en el Médico Supremo. Él Mismo escribió la receta que contiene este medicamento, tanto en el Antiguo Testamento como en el Nuevo Testamento. Esta receta es: “Obedeceréis mis leyes, observaréis mis preceptos poniéndolos en práctica y habitaréis seguros en la tierra” (Levítico 25, 18).
Así habló el Médico Supremo, valiéndose de la voz de los profetas del Antiguo Testamento. Y, en el Nuevo Testamento, por medio de los Apóstoles: “En el amor no hay temor; por el contrario, el amor perfecto desecha el temor, pues el temor supone castigo, y el que teme no es perfecto en el amor” (I Juan 4, 18). “Sabemos que le conocemos en que guardamos Sus mandamientos (I Juan 2, 3).
Entonces, hombres y pueblos del mundo, escuchen estas palabras: si quieren vivir en paz, sin temor, en su verdadera patria, ármense con el arma que se llama amor.
(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Omilii despre pocăință, dragoste și optimism, Editura Doxologia, Iași, 2016, p. 81)