Padre, denos un programa de oración. ¿Cómo organizarnos, cómo disciplinarnos?

Sí, el programa es... ¡Oración permanente!

Pero si, por ejemplo, debo hacer mis tareas escolares, ¿cómo puedo hallar tiempo para orar también?

No importa cuál sea tu oficio, médico, alumno, estudiante o profesor, haz siempre tu trabajo cristianamente, cumpliendo la palabra de Dios. Y cuando termines tus tareas, cuando nada más te ocupe, ora.

Sé que es importante leer los Salmos, pero hay algunos que no termino de entender y sentir. ¿Es bueno seguir leyéndolos, aunque no los entienda?

¡Por supuesto! No es necesario que los entiendas inmediatamente. Esto sucederá con el tiempo. Es bueno que los leas, aunque no los sientas o no los entiendas. Podría ser que en ellos se hable del enemigo invisible, y tú comiences a interpretar. Sigue leyéndolos. Y vendrá el día en que Dios, a través de alguna persona o en ti mismo, te aclarará de qué se trata, porque no hay nada de la Santa Escritura que no haya sido explicado.

(Traducido de: Ne vorbește părintele Arsenie, volumul II, text îngrijit de Arhimandrit Ioanichie Bălan, ediția a II-a, Editura Mânăstirea Sihăstria, 2010)