El padrino, nuestro padre espiritual
El padrino se une con su ahijado y sus padres, “en un parentesco inmaterial, más importante que el meramente físico, porque el padrino es un padre espiritual.”
El padrino se une con su ahijado y sus padres, “en un parentesco inmaterial, más importante que el meramente físico, porque el padrino es un padre espiritual”, de acuerdo a lo que establece el Canon 53 del VI Concilio Ecuménico.
“Los padres materiales”, dice Dionisio Aeropagita, “le confían su hijo a un cristiano bautizado, para que le sea mentor en lo espiritual, de tal manera que el niño permanezca toda su vida bajo su tutela, como un padre espiritual y un garante de su vida en Dios.”
El padrino debe vivir lo más cerca posible de su ahijado, para poder supervisarlo de mejor forma y ayudarlo en su aprendizaje de los mandamientos de Dios.
(Traducido de: Arhimandrit Cleopa Ilie, Îndrumări duhovniceşti pentru vremelnicie şi veşnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 165)