El pecado no es lo mismo que la persona del pecador
Este es el método ortodoxo para la sanación, establecido como dogma, que consiste en salvar del pecado al pecador.
No pensemos que el pecador es lo mismo que el pecado. No entreguemos a la muerte al pecador, por causa del pecado. ¡Salvémoslo del pecado! Un ejemplo muy claro de esto que les digo es el de la mujer sorprendida cometiendo adulterio. Nuestro Piadosísimo Señor separó el pecado cometido y la existencia misma —a imagen y semejanza de Dios— de la mujer. Él condenó el pecado, pero se apiadó de la pecadora. “Tampoco Yo te condeno. Vete y en adelante no vuelvas a pecar” (Juan 8, 11). Este es el método ortodoxo para la sanación, establecido como dogma, que consiste en salvar del pecado al pecador.
(Traducido de: Părintele Iustin Popovici, Credința Ortodoxă și viața în Hristos, Traducere: prof. Paul Bălan, Editura Bunavestire, Galați, 2003, p. 48)