El perdón es dado ya antes de pedirlo
"Dios es perdón”. El perdón está listo, nosotros sólo debemos alcanzarlo, debemos levantarnos a su altura, y entonces veremos cómo el perdón es parte integral del amor.
El amor perdona al pecador.
Y les digo que el perdón no es ningún procedimiento. El perdón es una parte fundamental del amor. Cada vez que he acudido a mi padre espiritual, después de haber cometido algún desaguisado, él me dice, “Padre Rafael, has sido perdonado, incluso ya antes de pedirlo. Pero si sigues actuando así, ¿cómo podríamos los demás seguir viviendo contigo?"
El perdón se nos da, incluso antes de que lo pidamos. “Dios es amor”, dice el Apóstol. Nosotros podríamos decir: "Dios es perdón”. El perdón está listo, nosotros sólo debemos alcanzarlo, debemos levantarnos a su altura, y entonces veremos cómo el perdón es parte integral del amor. En esto debemos convertinos nosotros también. En este sentido, el perdón puede entenderse como vocación del hombre; así, debemos aprender a ser como es nuestro Dios. Debemos aprender a compartir con nuestro semejante lo que deseamos recibir también nosotros por parte de Dios... y de nuestro semejante también. Como decía el padre stárets en su prédica un domingo antes de que comenzara el Gran Ayuno, el Domingo del Perdón: "Como humanos que somos no podemos dejar de pecar, uno en contra del otro, pero nuestro deber es perdonarnos unos a otros y volver a empezar, continuar el camino en el arrepentimiento y hacia la salvación."
(Traducido de: Ieromonahul Rafail Noica, Cultura Duhului, Editura Reîntregirea, Alba Iulia, 2002, p. 120-121)