Las primeras oraciones que debe leer el creyente, al despertarse por la mañana, son precisamente las “Oraciones de la mañana”, del Libro de las Horas o de cualquier librito de oraciones. Además, se puede agregar, siempre según el fervor de cada quien y el tiempo del que se disponga, un himno acatisto o una o dos catismas del Salterio, y al menos diez postraciones. De noche, antes de acostarse, el cristiano debe leer primero las “Oraciones de la noche “ y la Paráclesis a la Madre del Señor. Después, una catisma del Salterio y hacer al menos diez postraciones. A continuación, habiendo pedido perdón los más chicos a los más grandes, es decir, los hijos a los padres, y habiendo hecho la Señal de la Cruz sobre su lecho y venerado el ícono del Señor y el de Su Santísima Madre, cada uno puede irse a dormir, glorificando a Dios por el día que ha finalizado.

Estas son las oraciones básicas y obligatorias que cada cristiano ortodoxo tiene que hacer diariamente. Y si alguien quiere orar más, puede pedir el consejo de su padre espiritual.

(Traducido de: Arhimandritul Ioanichie Bălan, Călăuză ortodoxă în familie și societate, Editura Mitropoliei Moldovei și Bucovinei, Iași, 1993, p. 51)