El pueblo rumano, llamado a trabajar el jardín de Dios
¿Qué es un pueblo? Es el vínculo entre el pasado, el presente y el futuro.
Todas las naciones fueron creadas por Dios y, como dice la leyenda, cada pueblo ocupó el suelo que se le otorgó. Como de costumbre, el rumano vino el último a quejarse con San Pedro, invocando que no había recibido territorio alguno. Entonces Dios le dio Su jardín más grande; por eso, Rumanía es un país honrado por todos. Pero el rumano no está hecho para poner tornillos en una fábrica o fundir metales en un taller.
Cualquiera puede verlo: el rumano se ha deformado, ya no es ni agricultor, ni comerciante, ni industrial. Es uno que vive a su suerte, es mano de obra barata, siervo de los ricos del mundo, esclavo de extranjeros.
(Traducido de: Adrian Alui Gheorghe, Cu părintele Iustin Pârvu despre moarte, jertfă și iubire, Editura Conta, Piatra Neamț, 2006, p. 158)