“El que se apiada del pobre, le presta al Señor”
¡Qué forma tan inédita de prestar! Le damos a alguien, y después otro nos devuelve lo prestado.
¡Cuánta sabiduría encierran las palabras de Salomón, “El que se apiada del pobre presta al Señor, y Él le devolverá el bien que hizo” (Proverbios 19, 17)! ¡Qué forma tan inédita de prestar! Le damos a alguien, y después otro nos devuelve lo prestado. Puede que alguien pregunte: “¿Por qué Salomón no dijo que, ayudando al pobre, le damos a Dios, en vez de utilizar la palabra prestar?”. Precisamente para que no creamos que lo que recibimos del Señor es algo carente de importancia.
Viendo Dios, por una parte, que el pobre se halla en peligro debido a su miseria, y por otra, que también el rico se halla en peligro, pero por su falta de humanidad, Él mismo se puso como avalista del pobre ante el rico. Por eso es que la Santa Escritura dice: “El que se apiada del pobre, le presta al Señor”.
(Traducido de: Sfântul Ioan Gură de Aur, Problemele vieții, Editura Egumenița, Galați, 2007, p. 281)