El sentido de la obediencia a nuestro confesor
Si confiamos en el Señor, Él auxiliará en mayor medida a quienes tienen un confesor muy estricto.
¿Qué puedo hacer para desarrollar una confianza total en mi padre espiritual? Muchas veces pienso que es muy severo al confesarme, y por eso no puedo confesarme libremente.
—Debemos recordar siempre que la obediencia se hace en el nombre del Señor y que nuestro padre espiritual está trabajando en Su nombre. Tenemos muchos ejemplos de confesores muy severos, algunas veces hasta implacables, y con todo, vemos que sus discípulos más obedientes nunca sufrieron daño alguno. Si confiamos en el Señor, Él auxiliará en mayor medida a quienes tienen un confesor muy estricto. De los escritos de los Santos Padres conocemos algún caso en el cual, aunque los discípulos de un padre espiritual eran hasta golpeados por este, para ellos fue más fácil llegar a la plenitud de la Gracia. Todo esto se resume a un problema de fe y de renunciar a sí mismo, por amor a los mandamientos de Dios. Debemos recordar que es Dios quien recompensa todo lo que hacemos. Por eso, en la vida monacal no podemos ser perjudicados verdaderamente, porque será nuestro Mismo Señor quien nos justifique. Dios es quien retribuye.
(Traducido de: Arhimandrit Zaharia Zaharou, Merinde pentru monahi, Editura Nicodim Caligraful Sfânta Mănăstire Putna, 2012, p. 34)