El significado del sacrificio y la austeridad del que vive en el mundo
Un día, uno de sus discípulos le dijo: “Abbá, cuando vivíamos en el desierto no te sacrificabas con tanta dureza”. Y le respondió el anciano: “Ahí todo era silencio, tranquilidad y pobreza…”
Hasta nuestros días ha llegado lo que se dice del abbá Netra, discípulo del abbá Siluano, el cual, cuando vivía en su celda en el Monte Sinaí, practicaba una templanza y un equilibrio admirables, en lo que a las necesidades del cuerpo se refiere. Y, cuando fue electo obispo, sus privaciones se hicieron aún más severas. Un día, uno de sus discípulos le dijo: “Abbá, cuando vivíamos en el desierto no te sacrificabas con tanta dureza”. Y le respondió el anciano: “Ahí todo era silencio, tranquilidad y pobreza; por tal razón, buscaba la mejor manera de gobernar mi cuerpo, para no enfermarme y para no terminar buscando lo que no tenía. En cambio, aquí vivimos en el mundo y tenemos más cosas al alcance. Por eso, si llegara a enfermarme, sé que tendré en quién apoyarme para no perder mi calidad de monje”.
(Traducido de: Patericul, ediția a IV-a rev., Editura Reîntregirea, Alba-Iulia, 2004, pp. 169-170)