Palabras de espiritualidad

El tesoro de nuestra fe ortodoxa

    • Foto: Bogdan Zamfirescu

      Foto: Bogdan Zamfirescu

Nuestra fe es un tesoro que se acrecienta con cada cristiano verdadero.

¡El hombre debe creer, para poder entender! Con la fe es posible ver más lejos de lo que vemos con la razón. La fe es, al fin y al cabo, el poder de amar.

Nuestra fe es un tesoro que se acrecienta con cada cristiano verdadero.

En Occidente, los cristianos verdaderos son raros; ahí se habla más de tradición que de fe. Si vas a uno de sus imponentes conventos, no verás ni la milésima parte de los cristianos que encontrarás en un monasterio ortodoxo, quizás más pequeño en su arquitectura, quizás más modesto, pero lleno de amor por Dios y por Cristo.

Cuando la iglesia se convierte en museo, el feligrés se convierte también en una suerte de objeto, porque deja de vivir de acuerdo a las coordenadas esenciales.

(Traducido de: Părintele Iustin Pârvu, Daruri duhovnicești, Ed. Eikon, Cluj-Napoca, 2011, p. 21)