Palabras de espiritualidad

El verdadero conocimiento de Dios

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Quien conoce a Dios siente Su respiración viva en su interior y en todo lo que le rodea. Además, es capaz de percibir la estremeedora presencia del único Dios verdadero con su mente, su corazón y su alma, con todo su ser y en toda su vida personal.

“Esta es la vida eterna: que te conozcan a Ti, el único Dios verdadero, y al que Tú has enviado, Jesucristo”. (Juan 17, 3)

El conocimiento de Dios en esta vida terrenal nos lleva a gustar por anticipado de la vida eterna. Ciertamente, el conocimiento de Dios es, para nosotros, la vida eterna ya en este mundo. Pero lo que es la vida eterna en el mundo futuro, ningún ojo lo ha visto, ni oído lo ha escuchado, ni corazón humano ha llegado hasta allí (I Corintios 2, 9).

No cansarte de ver a Dios y estar siempre con Él, en una admiración y felicidad inefables, en una alabanza y bienestar incesantes... ¿Acaso no es la vida de los ángeles y los justos, en la eternidad? ¿No es esta la vida en el conocimiento de Dios?

Mientras nos hallamos aquí, en este mundo, como dice el Apóstol, “... vemos en un espejo, en enigma. Entonces veremos cara a cara” (I Corintios 13, 12). Ahora conocemos parcialmente a Dios, pero después lo conoceremos completamente.

Luego, no deberíamos pensar que el hombre llega a la fe de que Dios existe en cierto lugar y de una forma determinada, juzgando todo de acuerdo a su propia mente. Quien conoce a Dios siente Su respiración viva en su interior y en todo lo que le rodea. Además, es capaz de percibir la estremeedora presencia del único Dios verdadero con su mente, su corazón y su alma, con todo su ser y en toda su vida personal.

(Traducido de: Sfântul Nicolae Velimirovici, Predici, Editura Ileana, București, 2006, pp. 295-296)



 

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