El verdadero descanso del alma
Esto no es algo que pueda alcanzarse de una vez, en un solo día o en un año, sino a lo largo del tiempo, esmerándonos y pidiendo el auxilio de Dios.
Si deseamos adquirir la verdadera paz espiritual, obedezcamos al Señor, Quien nos ordenó: “Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de Mí, que Soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas” (Mateo 11, 29).
Luego, hay que entender que el Señor nos ordena practicar la humildad y la mansedumbre, porque solamente por medio de ellas podríamos hallar la serenidad necesaria para nuestra vida. Sin embargo, esto no es algo que pueda alcanzarse de una vez, en un solo día o en un año, sino a lo largo del tiempo, esmerándonos y pidiendo el auxilio de Dios.
(Traducido de: Sfântul Macarie de la Optina, Ne vorbesc stareții de la Optina, Editura Egumenița, p. 142)