El vínculo que nos une con la Madre del Señor
Es una alegría paradisíaca el hecho de tener un vínculo espiritual con la Madre del Señor.
Cuando nos unimos a la Madre del Señor en nuestra conciencia, en nuestros pensamientos, en nuestros sentimientos, es como si hubiéramos entrado en el Paraíso. Es una alegría paradisíaca el hecho de tener un vínculo espiritual con la Madre del Señor. A ella la llamamos “Paraíso que habla”, “Paraíso místico”.
El regocijo de comunicarnos con la Madre del Señor es experimentar el Paraíso. La Madre del Señor nos puede ayudar, con sus oraciones, a que recibamos las bondades de nuestro Dios. Su poder es infinito, porque su oración es igualmente poderosa, y sirve de canal para que también nosotros seamos confortados con el poder de su Hijo y Dios nuestro.
(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Maica Domnului, Raiul de taină al Ortodoxiei, Editura Eikon, Cluj-Napoca, 2003, p. 126)