Eligiendo el camino de la crucifixión
Si quisiéramos buscar siempre el camino de la cruz, entenderíamos que cualquier otra carga es mucho más ligera que esta.
Aquellos que anhelan las cosas de este siglo que se desgarra, atraviesan las terribles olas del mar y se atreven a seguir duros caminos y, sin embargo, no desean saber que nada de esto ofrece sosiego, sino más bien tristeza. También a nosotros nos interesa, ante todo, encontrar descanso. Pero si quisiéramos buscar siempre el camino de la cruz, entenderíamos que cualquier otra carga es mucho más ligera que esta.
¿O es que aún hay quien no crea completamente que nadie ha vencido, que nadie ha recibido una corona, que nadie ha alcanzado la realización de este anhelo, que es de los más virtuosos, que nadie ha servido a las cosas divinas, o no ha alcanzado alguna virtud digna de encomio, si antes no ha despreciado las aflicciones y apartado el pensamiento que le invita al descanso, que trae la dejadez, la duda y el temor, de donde surge la desidia en todo?
(Traducido de: Sfântul Isaac Sirul, Cuvinte despre sfintele nevoinţe, cuvântul XIX, în Filocalia, vol. X, p. 104)