Palabras de espiritualidad

Elogio del cristiano que honra sin cesar a la Madre del Señor

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Fue por medio de ella que Dios restauró a la humanidad, y ella es la Reina de todos los ángeles y todos los santos, y es también la Madre de todos los pueblos del mundo y de toda alma sufriente que invoca su amparo.

¡Cuánta gloria, cuánta honra no tiene ella en lo alto! ¡Pero nosotros, los pecadores, somos ociosos en pedir su ayuda, porque no sabemos cuánto dolor tendrá nuestra alma cuando muramos! Por eso, dichosos y tres veces dichosos los cristianos en cuya casa no falta un ícono de la Madre del Señor y mantienen la candela encendida ante él, además de leer diariamente al menos un acatisto o una paráclesis a la Madre del Señor.

Porque fue por medio de ella que Dios restauró a la humanidad, y ella es la Reina de todos los ángeles y todos los santos, y es también la Madre de todos los pueblos del mundo y de toda alma sufriente que invoca su amparo.

(Traducido de: Arhimandritul Cleopa IlieÎndrumări duhovnicești pentru vremelnicie și veșnicie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2004, p. 151)