Palabras de espiritualidad

En cada uno hay un anhelo latente de volver a la luz de Dios

    • Foto: Oana Nechifor

      Foto: Oana Nechifor

Las deidades modernas, que han llevado al hombre a un colapso interior, han redirigido la mirada del mundo a la Fuente de la vida.

Tarde o temprano, en el campo del arte, los hombres terminarán abandonando el confortable sillón que ocupan frente al televisor o el aparato de radio, y entrarán en las salas de espectáculos, buscando no sombras sino movimiento vivo, un canto verdadero, lagrimas y una experiencia total.

El hombre rápidamente se hastía de lo falso. Un rincón de naturaleza, un pedacito de cielo, un amanecer o un ocaso… todo eso sobrecoge el corazón del hombre y lo seguirá haciendo, generación tras generación.

Las antiguas deidades empujaron el corazón del hombre a una sed más grande de la luz que no tiene sombra. Las deidades modernas, que han llevado al hombre a un colapso interior, han redirigido la mirada del mundo a la Fuente de la vida. Y esta es la razón por la cual creo que el futuro de la poesía será uno triunfal.

(Traducido de: Înaltpreasfințitul Iustinian ChiraConvorbiri în amurg, Editura Dacia, Cluj-Napoca, 2006, p. 187)