En el corazón domina la paz de Dios
El corazón es el “hombre secreto”, el lugar en donde se revela y habita Dios, por medio de una vida ascética, con la gracia.
En el corazón domina la paz de Dios: “La paz de Cristo reinará en sus corazones " (Colosenses 3, 15).
El corazón es una guitarra y sus cuerdas son los sentimientos, mientras que la mente es una púa, “que mueve con perfecta destreza los sentimientos con tan sólo mencionar a Dios; de este movimiento nace en el alma un placer indescriptible, porque una mente pura hace que se muestren los rayos divinos" (Calixto el Patriarca, Capete despre rugăciune, cap. 3, Filocalia, vol 8, pp. 227-228).
El corazón es una fuente de la cual, por medio de la oración y sus sensaciones gratíficas, brota agua “del Espíritu dador de vida” (San Gregorio el Sinaíta, Scrieri, p.82).
“El corazón es el hombre secreto” (San Gregorio Palamás, Către Xenia. Filocalia (orig. gr.), vol. 4, p. 109).
Estas son algunas de las numerosas analogías utilizadas por los Santos Apóstoles y los Santos Padres para demostrarnos la función del corazón. En conclusión, el corazón es “el hombre secreto”, el lugar en donde se revela y habita Dios, por medio de una vida ascética, con la gracia. Él es el rincón espiritual en donde se oficia incesantemente una liturgia divina y una permanente doxología a Dios. Este lugar, que para muchos de nosotros permanece desconocido, es perfectamente conocido por los santos. Es el lugar que le da la vida al hombre.
(Traducido de: Mitropolit Hierotheos Vlachos, Psihoterapia ortodoxă: știința sfinților părinți, traducere de Irina Luminița Niculescu, Editura Învierea, Arhiepiscopia Timișoarei, 1998, pp. 196-197)