En qué consiste estár listos para el matrimonio
Si esa persona no vale la pena, déjala, que Dios dispondrá. Y si no lo hace, quién sabe de qué te habrá librado, con ése de quien ahora tienes dudas.
¿Qué entendemos por prepararnos detallada y precisamente para el matrimonio? Comenzar a pensarlo. Por ejemplo, dime ¿cuánto crees que durará tu matrimonio? Supongamos que, si Dios quiere, alcanza unos 75 años. ¿Cómo asumes todo esto desde ya? ¿Es (tu novio o novia) la persona correcta o no? Todo esto debes pensarlo. Hoy estuve conversando con una chica de unos 28 años de edad, proveniente de una región lejana. En cierto momento, le pregunté: “¿Y bueno, te casarás?”. “Padre, es una buena pregunta... sí, me gustaría casarme”. “Entonces, ¡cásate! ¿Tienes novio?”. “¡Sí, padre!”. “Y el muchacho... ¿vale la pena?”. “No...”. “Luego, si no es el adecuado, no se discuta más. ¡Déjalo!”. Aquella chica no sabía qué hacer. El muchacho no le terminaba de convencer, pero, con todo, quería casarse con él. Si esa persona no vale la pena, déjala, que Dios dispondrá. Y si no lo hace, quién sabe de qué te habrá librado, con ése de quien ahora tienes dudas.
(Traducido de: Părintele Nicolae Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, 2001, pp. 150-151)