Es muy útil, hermano mío, saber bien en qué orden debes luchar con tus pasiones, para hacerlo correctamente y no al azar, como hacen muchos que a menudo terminan sufriendo. El orden con que debes luchar contra tus enemigos y vencer tus malas inclinaciones y deseos, es el siguiente: entra con atención en tu corazón y observa detenidamente qué clase de pensamientos, disposiciones y vicios le preocupan principalmente, para identificar cuál pasión le domina. Entonces, levanta tus armas contra ella y esfuérzate en vencerla. Concentra toda tu atención y cuidado en esta tarea, con una sola excepción: si ocurre que, mientras tanto, aparezca otra pasión. Si esto sucede, ocúpate inmediatamente de ella y apártala, para volver nuevamente tus armas contra la otra, más importante, esa que permanentemente demuestra su presencia y poder. Porque, al igual que en toda guerra, en esta lucha invisible debes batallar contra quien te ataca en el momento presente.

(Traducido de: Războiul nevăzut, Ediţia Sfântului Teofan Zăvărâtul, Editura Mănăstirea Sihăstria, p. 69-70)