Palabras de espiritualidad

En vano nos esforzamos, si nos falta el auxilio que viene de lo Alto

    • Foto: Stefan Cojocariu

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Cristo Mismo dice: “¡Sin Mí no podéis hacer nada!” (Juan 15, 5). Por eso, quien desee y se esfuerce en dar frutos en la Palabra, tiene que orar fervorosamente para que el Señor Mismo fructifique y perfeccione Su palabra en el interior del corazón (Mateo 7, 7-8).

El afán humano es inútil si le falta el auxilio divino. La “tierra” es una palabra humana que no puede unirse con las semillas celestiales y dar frutos. Para eso necesita del poder y la ayuda del Creador, porque Cristo Mismo dice: “¡Sin Mí no podéis hacer nada!” (Juan 15, 5). Por eso, quien desee y se esfuerce en dar frutos en la Palabra, tiene que orar fervorosamente para que el Señor Mismo fructifique y perfeccione Su palabra en el interior del corazón (Mateo 7, 7-8).

Por eso es que también el salmista ora con total devoción, a lo largo de todo el Salmo 118, para que Dios Mismo lo guíe por los caminos de Sus mandamientos y Su palabra dé frutos en él. “Señor Jesucristo, Verbo sin principo del Padre, ¡ayúdanos!.

(Traducido de: Sfântul Tihon din ZadonskComoară duhovnicească, din lume adunată, Editura Egumenița, Galați, 2008, p. 91)