El experimentado espiritualmente es aquel que ha llegado a obtener la Gracia, entendiendo profundamente que todo lo que le sucede es por la voluntad de Dios o con Su permiso.

Solamente cuando el hombre deja de dedicarse a las lecturas ajenas al Evangelio. empieza a dar auténticos frutos interiores. Sólo entonces, unido con Dios por medio de la oración, puede escuchar la voluntad divina.

No pretendas nada fuera de Su voluntad, aceptando con amor los males que te sobrevengan.

Nunca confundas la persona con el mal que te hace. Aprende a ver a Cristo en su corazón.

Nunca digas: “¿Por qué me pasa esto a mí?”. O cuando veas a alguno con gangrena, o cáncer, o ceguera, no digas: “¿Por qué le está pasando eso?”. Lo que debes hacer es pedirle a Dios que te permita conocer el conjunto de las cosas, el todo... Entonces verás, como los ángeles, cómo son en realidad las cosas de esta vida. TODO está en los planes de Dios. TODO.

Un sabio dijo: “Si se tratara de vivir para uno mismo, sería mejor no nacer”.

Si queremos ser buenos monjes, a cada instante debemos pensar en Dios, desde antes de ser tonsurados. De lo contrario, jamás llegaremos a ser buenos monjes.

Un viajero se encontró con seis personas que caminaban en sentido contrario, con gesto de tristeza profunda y las cabezas gachas. Conmovido, les preguntó: “¿De dónde vienen ustedes, que parecen tan acongojados?”. Y uno de los otros le respondió: “Acabamos de sepultar el amor”. Estos son los llamados románticos, quienes no han entendido que Dios es Amor. Amor Eterno, Inmortal y Divino...

El talón de Aquiles el hombre es su tendencia a hablar mucho y discutir.