El vínculo entre un chico y una chica, si no tiene en su horizonte el matrimonio, no debe existir. Desde luego, no se puede esperar que todo noviazgo termine en matrimonio, no. El noviazgo debe terminar, pero en el momento en que concluyamos que no podrá llegarse al altar. Digo esto, porque en una relación se pierden y se ganan muchas cosas. Se gana, si termina en matrimonio. Se pierde (los sentimientos se diluyen) y se llega a la rutina, cuando se establece un vínculo simplemente para que los dos no se aburran.

(Traducido de: Părintele Nicolaie Tănase, Soțul ideal, soția ideală, Editura Anastasis, 2012, p.78)