Es importante saber cómo hacerte perdonar
Lo difícil no es perdonar, sino obtener el perdón. Y no debemos buscarlo con una estéril frase, horadada por el uso convencional, sino con una profunda implicación del alma.
No se afanen tanto. Alégrense mucho más el uno al otro, pidiéndole a Dios que los bendiga con hijos; dénle a la vida lo que le corresponde y a Dios lo que es Suyo. Intenten ser felices juntos, porque la vida es una ilusión: lo real está solamente en Dios y en Su presencia entre nosotros. Los años pasan rápidamente y, así, irán envejeciendo juntos... ¡Pero traten de mantener sus almas siempre jóvenes!
La vida en común (en familia o en el monasterio) es dura. Por eso, uno debe saber cómo ser perdonado. ¿Oyeron? ¡Hacerse perdonar! Lo difícil no es perdonar, sino obtener el perdón. Y no debemos buscarlo con una estéril frase, horadada por el uso convencional, sino con una profunda implicación del alma, con una sincera humildad, que despierte en el ofendido (o en quien hiciste ofenderte, como parte de un pérfido juego ideado por tu propia mente) un amor sencillo, haciendo que su alma te perdone en verdad.
(Traducido de: Viaţa Părintelui Gheorghe Calciu după mărturiile sale şi ale altora, ediţie îngrijită la Mănăstirea Diaconeşti, Editura Christiana, Bucureşti, 2007, p. 266)