Palabras de espiritualidad

Es mejor no beber nada, antes que ceder frente al pecado

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Claro que tenemos permitido beber vino, pero en pequeñas cantidades. Y, quien no pueda controlarse al beber, lo mejor es que no beba nada.

¡Qué pasión tan terrible es la ebriedad! Se trata de una enfermedad que se infiltra en la constitución física del hombre a través de la inclinación a la lujuria que recibe, en virtud del hábito, el poder de rasgo natural.

Quien sea siervo de Cristo no solamente de esta pasión debe cuidarse, sino también del hábito de beber mucho vino, porque este enciende el cuerpo y da rienda suelta a los apetitos más instintivos. Claro que tenemos permitido beber vino, pero en pequeñas cantidades. Y, quien no pueda controlarse al beber, lo mejor es que no beba nada. 

(Traducido de: Sfântul Ignatie Briancianinov, Cuvinte către cei care vor să se mântuiască, traducere de Adrian și Xenia Tănăsescu-Vlas, Editura Sophia, Bucureşti, 2000, p. 45)

Leer otros artículos sobre el tema: