Palabras de espiritualidad

¿Es posible que Dios me perdone y que mis faltas queden como simples “accidentes”?

  • Foto: Oana Nechifor

    Foto: Oana Nechifor

Si lo reconoces como Misericordioso e Indulgente, Él te buscará, te encontrará, te abrazará, te tomará sobre Sus hombros (Mateo 18, 13), te llevará al redil y te amará mucho más que a otras ovejas, porque tú, de hecho, nunca lo abandonaste.

Pecador como eres, tienes que saber que Dios es verdaderamente amoroso con todos. Y si lo reconoces como Misericordioso e Indulgente, Él te buscará, te encontrará, te abrazará, te tomará sobre Sus hombros (Mateo 18, 13), te llevará al redil y te amará mucho más que a otras ovejas, porque tú, de hecho, nunca lo abandonaste. Esta sería una valiosísima victoria espiritual, y tus grandes caídas en pecado quedarían como simples accidentes.

Un hombre espiritual jamás dice que no es un pecador. Al contrario, se considera el más pecador de todos. Se ve a sí mismo como el más grande de los pecadores. Y, con todo, sigue asistiendo a la iglesia, o, mejor dicho, no deja de trabajar en su contrición.

El desprecio por uno mismo puede ser un estado de verdadera humildad, solamente que uno no debe llegar al nivel de diluirse tanto, que no quede ya ninguna esperanza de salvación. En otras palabras, no tenemos que permitirnos menguar la fuerza de nuestra oración y de nuestra esperanza. Si empiezas por negarte a ti mismo, habrás alcanzado ya una gran victoria.

(Traducido de: Arhimandritul Arsenie Papacioc, Despre izbăvirea de întristare, Editura Elena, Constanța, 2013, pp. 55-56)