Así fue es como han llegado al Cielo todos los que se han salvado! No exista una determinada “sociedad de hoy”, porque cada uno ha vivido la sociedad de su tiempo como una “sociedad de hoy”. La salvación nos la da nuestro Señor y se realiza en unión con Él. La salvación es algo que se puede alcanzar en todas las generaciones de hombres, y no hay una excepción para determinada generación. La nuestra se salvará tal como se han salvado todas las generaciones anteriores y como se salvarán las generaciones que nos habrán de seguir: por medio de Cristo, asemejándonos a Él, renovando nuestra mente y buscando lo menos posible las cosas del mundo.

Muchas veces nos equivocamos, pensando que la salvación es una cosa vinculada a la muerte. No es cierto. La salvación es algo que concierne a la vida. Es un asunto de vida. Cada uno de nosotros sabe esto. Tal como sientes si estás sano o estás enfermo, también puedes sentir si te salvarás o no te salvarás.

Los monjes que hacen cosas de laicos no se salvarán, y tampoco los laicos que hagan las cosas de los monjes. Es decir que los monjes no pueden salvarse si tienen familia, propiedades, o independencia de acción. Del mismo modo, los laicos no se salvan del mismo modo que los monjes, es decir, renunciando a lo que es su responsabilidad por esencia y con la bendición de la Santa Iglesia, que les participa del Sacramento del Matrimonio. Personalmente, creo que Dios salvará a muchas más personas de lo que solemos creer en general.

(Traducido de: Arhimandritul Teofil Părăian, Veniți de luați bucurie, Editura Teognost, Cluj-Napoca, 2001, pp. 91-92)