Esa virtud que inspira amor y respeto
San Isaac el Sirio dice: “Nadie odia al humilde, nadie lo ofende con sus palabras, nadie lo desprecia. Todos lo aman, porque también Dios lo ama”.
El hombre humilde es amado por todos, y esto refleja algo extraordinario que hay en su interior, algo que es digno de ser amado. San Isaac el Sirio dice: “Nadie odia al humilde, nadie lo ofende con sus palabras, nadie lo desprecia. Todos lo aman, porque también Dios lo ama”.
Él ama a todos, y todos lo aman a él. Todos lo buscan, y a donde va es recibido y honrado como si fuera un ángel de luz. Solamente los que se dejan dominar por el maligno desprecian al humilde, porque la humildad divina es contraria a su diabólica forma de ver el mundo.
(Traducido de: Arhimandritul Serafim Alexiev, Viața duhovnicească a creștinului ortodox, traducere din limba bulgară de Valentin-Petre Lică, Editura Predania, București, 2010, p. 205